17 vueltas



Observación del (13/11/2009)

Como en repetidas ocasiones, nos juntamos en el mismo sitio de siempre para partir hacia el lugar  de observación (La ermita de San Abundio en Hornachuelos). Partimos sobre las seis y veinte para  recorrer unos treintaicinco o cuarenta minutos de trayecto.

Una vez allí nos dispusimos a montar  los equipos, y después de montarlos y la oportuna puesta en estación, el  primer objeto en observar fue Júpiter en el que se apreciaban tres de de sus  lunas Europa, Calisto e Ío, y que  pronto quedarían dos, por la ocultación de una de ellas (Ío). Más tarde saldría  Ganimedes, de la que fuimos observando cómo se separaba  poco a  poco del planeta.

A lo largo de la noche, fuimos observando más objetos, como el cúmulo doble de Perseo (un cúmulo  abierto de magnitud 4,3 y que es un objeto muy agradecido de ver con cualquier telescopio,  colocándole un ocular de baja potencia y campo amplio el objeto entra dentro del campo de visión).

Pasamos a Las Pléyades (o como algunos las llaman las siete hermanas), un cúmulo abierto de  magnitud 1,2 que se ve a simple vista en la constelación de Tauro. Este objeto es demasiado grande  para verlo con un telescopio ya que se sale del campo de visión.


Hay estrellas que no pasan inadvertidas, que es obligatorio  echarle una ojeada, como el  caso  de Albireo, en la constelación del Cisne: una doble con un contraste muy  exótico ya que en la oscura  profundidad del universo, sus estrellas son de diferentes colores y muy intensos, una es amarilla y la otra azul agua marina.

M13 el mejor cúmulo globular  de todos, situado en Hércules,  con el telescopio de 11’’ tiene mucha brillantez.

En la constelación de Lyra nos encontramos con la M57 una nebulosa planetaria de magnitud 9. Con telescopios pequeños se asemeja a una estrella desenfocada un halo borroso muy pequeño. Y  por último, cómo no hacerle una visita a la M31, la famosa galaxia de Andrómeda, situada en esa  constelación. Es una galaxia espiral de magnitud 4,8. Con telescopios de 8´´ se ve como una  mancha borrosa alargada, en cuyo centro se aprecia su núcleo brillante. Es la galaxia más cercana a  la Vía láctea y se encuentra a algo más de 2 millones de años luz.


Como se ve en una de las fotos, celebramos que Marta ha dado ya 17 vueltas al Sol a lo largo de su  vida.

G.O.R.D.I.



Observación del (20/08/2009)

Como ya de costumbre nos reunimos en la puerta del instituto a las 20:45h, y allí echamos en falta a varios compañeros habituales, que no pudieron asistir, ya que el verano hace mella y retiene a muchos en esos sofocantes lugares llamados playas. Por suerte en esta ocasión nos acompañaron nuevos participantes de nuestras salidas nocturnas que traían consigo dos telescopios más, a los que les unimos GORDI y el de Jose (habría que bautizarlo).


Debido a los efectos del verano y de las odiadas vacaciones tardamos un poco más de lo previsto en poner a GORDI en estación, al contrario que los demás compañeros que en cuestión de minutos los tuvieron a punto para observar el cielo veraniego. Eso si nos gustaría remarcar que gracias a las repetidas veces que intentamos hacerlo adelantamos en el aprendizaje del manejo del “nuevo” telescopio.

Algunos compañeros llegaron más tarde (GORDI no estaba aun listo), pero se les pasa por alto, ya que hicieron de guía a los más nuevos.


Por suerte para nosotros tuvimos un cielo completamente despejado, desde un principio podíamos ver la franja que marca la vía láctea en el cielo.














Durante el transcurso de la noche nos dedicamos a buscar objetos celestes, estrellas dobles como Mizar y Alcor, Albireo, Cor Caroli…(suponemos que a estas alturas ya conocemos a que constelaciones pertenecen ¿verdad?), a observar Júpiter con tres de sus lunas siempre alineadas y a introducir a los nuevos en la mitología griega y las constelaciones, recordando así constelaciones veraniegas, entre ellas Escorpio y Sagitario que ya están cayendo en el horizonte, a la vez que la bóveda celeste nos advierte la llegada del Otoño con Pegaso y no con leo, como algunos despistados creían.


Comenzamos a desmontar telescopios y a encaminarnos a nuestros destinos (Campillo, Écija y Cañada) a las 2 y pico, aunque algunos compañeros decidieron partir antes.

Esperamos volver a repetir en breve, ya que la noche fue fantástica, matamos el gusanillo que teníamos desde finales de Junio y descubrimos que GORDI tiene aun muchas cosas por enseñarnos.
Aun nos quedan nuevas estaciones con distintos cielos que descubrir y admirar a lo largo del año y que esperamos compartir con nuestro compañero Jose Manuel que esta vez no pudo asistir.

Un cordial saludo Jose María y Marta.

macroobservación


Observación del (26/06/2009)

Para finalizar el curso, realizamos una macroobservación con un grupo de aproximadamente 40 personas. Como siempre, nos reunimos en nuestro habitual punto de encuentro a eso de las 21:15 h y partimos hacia la ya conocida Ermita de San Abundio.

Una vez allí, y ante la expectación de varios curiosos que por primera vez se adentraban en el mundo de la astronomía, nos dispusimos a montar los dos telescopios de los que disponíamos, nuestro GORDI y el telescopio de Jose, otro asiduo compañero.

Sin poner en estación ningún telescopio, tomamos como primera referencia a la Luna (que se hallaba en cuarto creciente), pues pronto caería sobre el horizonte y era de interés general el poder observarla al telescopio, al igual que Saturno. Cuando la Luna cayó lo suficiente, localizamos Saturno de nuevo y esta vez lo pudimos apreciar con mayor nitidez. Al planeta se le observan dos de sus muchas lunas, posiblemente dos de las mayores, Titan y Rea.

Con la polar visible a simple vista, nos dispusimos a poner en estación a los dos telescopios, siguiendo la misma rutina que en otras ocasiones.

Como siempre, el primer paso fue situar la polar en el centro del busca y posteriormente localizamos otras cuatro estrellas de referencia (Vega, en le constelación de Lyra, Arturo en la constelación del Bollero, Spica en la constelación de Virgo, etc).

Tras el exitoso avistamiento de la Luna y Saturno, los presentes quisieron observar el satélite y el planeta una vez más.

Al igual que la pasada observación, hicimos un viaje mas extenso por las Messier que la bóveda celeste nos permitió apreciar. Entre las más destacadas: la M13 en la constelación de Hércules, la M101, la impresionante galaxia espiral que se encuentra en la Osa Mayor, la M57, que la encontramos en la constelación de Lyra, entre otras muchas más.

Aparte de esto pudimos apreciar multitud de cúmulos globulares, cúmulos abiertos, un cúmulo doble en la constelación de Perseo y una gran colección de estrellas dobles como Albireo, Mizar y Alcor, Cor Caroli, etc.

Una vez noche cerrada y con otras constelaciones visibles como Sagitario, Casiopea, el Triángulo de Verano (formado por Deneb, Vega y Altair), escudriñamos los objetos nombrados.

Nos centramos principalmente en la constelación de Sagitario, en la cual encontramos la M8 y la M20 entre otras.

A todo esto hay que añadir que solo nos centramos en una misma tarea, pues nos repartimos en varios grupos: los que se encargaban de manejar los telescopios y los que observaban el cielo a simple vista, mientras escuchaban los relatos mitológicos que se esconden tras las constelaciones, entre los que podemos destacar el de la Osa Mayor y el del duodécimo trabajo de Hércules, que ahora me dispongo a narrar.

Como hemos dicho anteriormente el duodécimo y último trabajo de Hércules fue robar las manzanas de oro del jardín de las Hespérides. Hera puso como guardián a un gigantesco dragón.

Le costo mucho esfuerzo encontrar el lugar donde se hallaba dicho jardín.

Tras esto, descubrió que se encontraba en el monte Atlas y mientras subía dicha montaña liberó a Prometeo y éste le dijo que no intentase coger las manzanas por su propia mano sino que enviase al titán para que consiguiese tales manzanas.

En cuanto al mito de la Osa Mayor, podemos decir que la ninfa Calisto hizo voto de castidad al igual que la diosa Artemisa, pero fue seducida por Zeus. Cuando Artemisa supo que Calisto iba a tener un hijo con Zeus, se lo dijo a Hera, la esposa de Zeus. Este convirtió a la ninfa en osa para así pudiese escapar pero por desgracia Hera la mató a flechazos.
Justo antes de su muerte, Calisto dio a luz a Arcas, que fue el fundador del pueblo arcadio y que a su muerte fue llevado junto a su madre, constituyendo la Osa Menor.

Pero Hera, furiosa, imploró al dios Poseidón que no permitiese que madre e hijo reposaran sobre los mares. Es por ello por lo que ninguna de las dos Osas traspone el horizonte.

Nuestro último objetivo fue el planeta Júpiter que se hizo esperar hasta las 3 de la mañana aproximadamente por encima del árbol que nos oculta su salida en una hora anterior. Puesto que no se encontraba en el campo de visión del telescopio a causa de ese árbol que entorpecía la vista, tuvimos que mover el telescopio.

Una vez en nuestro nuevo emplazamiento pudimos observar con todo lujo de detalles y con diferentes oculares el planeta así como sus cuatro lunas más importantes, llamadas satélites galileanos (Io, Europa, Ganímedes y Calisto, llamados así por Galileo en honor a la familia de los Médici).

Cansados y satisfechos del trabajo bien realizado a lo largo de la curso 2008/2009, recogimos todos nuestros bártulos y el aparataje tecnológico de ambos telescopios, nos encaminamos de vuelta a Écija.

Esta observación a sido la última del curso, pero el grupo Astronico seguirá acudiendo de manera continua a su cita con el manto estrellado.

Un cordial saludo Inés Mª Gálvez y José Mª Rivera.

sin romeía y sin G.O.R.D.I.


Observación del (12/06/2009)

Reunidos todos en el lugar de encuentro, a las 21:00, nos dispusimos a partir hacia la Ermita de San Abundio, donde por suerte esta vez no encontramos ninguna romería/verbena montada.
Al llegar comenzamos con el montaje del telescopio semi-manual, recordando a su vez como ponerlo en estación, aunque se nos hizo complicada la tarea debido a que aun no había oscurecido totalmente y a que nos estuvimos muy avispados, lo conseguimos "exitosamente".


Cuando ya se nos hizo de noche comenzamos con un recordatorio de las constelaciones y sus estrellas principales y del uso de los planisferios. En un principio nos decidimos por la búsqueda de las constelaciones básicas, la Osa Mayor (el carro), mediante la cual encontramos la polar y a la que pertenece la estrella Mizar y Alcor, cuya distinción a simple vista de ser una estrella doble (en realidad triple) constituía una prueba perfecta para los vigías árabes, y la Osa Menor, donde se encuentra la estrella polar.
También recordamos que la estrella polar es una "prolongación" del eje de giro terrestre y que este cambia debido al "cabeceo" de la Tierra cada 25.800 años.
Las fechas en las que nos encontramos hizo posible observarlas constelaciones de verano, y el triángulo de estrellas que nos indica la llegada del mismo: Vega, perteneciente a la constelación de Lyra, Deneb, de la constelación del Cisne o conocida comúnmente como la Cruz de Santiago, y Altair, de la constelación del Águila, esta ultima no apareció hasta altas horas de la noche.

Observamos también constelaciones como el Bollero, y sus estrella principal Arturo, parte de la constelación de Escorpio, y su estrella Antares, la cual compite en intensidad de tono anaranjado con el planeta Marte, la Corona Boreal, y su estrella Gemma, Hércules, Cassiopea, Cefeo....

Nuestras mentes, aunque no superaban las fantasías de los griegos, no carecían de imaginación, así veíamos, por ejemplo, en la constelación de Hércules una pajarita, en la constelación del Bollero una cometa, etc.


Me gustaría recordar la fabulosa historia griega de la constelación, ya nombrada anteriormente, Corona Boreal, pues dice que la Corona fue un regalo que hizo Ariadna a Teseo tras rescatarla del minotauro con la ayuda de un ovillo de hilo que le llevó a la salida del laberinto donde estaba la bestia, narrando historias griegas sobre las constelaciones nos podríamos extender lo inimaginable, pues están la mayoría relacionadas entre si, pero lo dejo para otras crónicas ya que tenemos más cosas que contar.

También debo resaltar que hizo una noche fantástica y una temperatura perfecta, a pesar de los numerosos y gigantescos mosquitos, la noche se hizo llevadera y entretenida. Vimos un gran numero de estrellas fugaces y varios satélites, uno de ellos el Iridium que pasó a las 00:23.

Lástima que no pudiéramos disfrutar del nuevo telescopio (Gordi: Gran Observador Regular De Incidencias celestes) para observar Saturno y sus lunas, aunque esta vez sus anillos estaban de canto, una vez más consiguió llamar nuestra atención.

Pero la palma se la lleva la estrella Albireo, de la constelación del Cisne, estrella doble formada por una estrella binaria de color amarillo y por otra estrella de color azul agua marina, estas dos tonalidades hacia espectacular mirarlas al telescopio.


Tras varios intentos fallidos de buscar cuerpos celestes por coordenadas, los buscamos "a ojo" lo que hizo la observación más interesante aun.
Poco antes de las 2:00 nos dispusimos a desmontar el telescopio y tras esto a hacer un breve recordatorio de anécdotas y lo aprendido durante la noche, para llegar a nuestras casa a las 2:30.

Esto es todo sobre la fantástica noche del 12 de Junio de 2009.
Un cordial saludo, Marta Cid Heble.

de romería



Observación del (24/04/2009)

Tras varios fallidos intentos de ponernos otra vez en marcha, por fin pudimos llevar a cabo nuestra salida en el Año de la Astronomía, que meteorológicamente hablando no se está portando tan bien. Por otro lado, fue una salida con sorpresa incluida, puesto que al salir de Écija a las 20:20h y llegar sobre las 21:10h al sitio de siempre, nos tropezamos con que había organizada allí una romería en toda regla. Con lo que tuvimos que poner rumbo a otro lugar.

Por suerte no perdimos mucho tiempo en encontrar un nuevo emplazamiento, que sería unos kilómetros carretera arriba. A eso de las 21:30h teníamos nuestros bártulos dispuestos. Hicimos un breve recordatorio de cómo poner el telescopio en estación. De los dos telescopios de los que disponíamos, uno de ellos (el refractor) se iba a utilizar íntegramente para medir estrellas dobles y el otro telescopio, para buscar los objetos más interesantes que nos proporcionara la noche.


Nuestro primer objetivo fue el planeta Saturno con el telescopio SC, al cual se le veían perfectamente dos de sus lunas. Tras esto nos dispusimos a hacer un viaje por todas las Messier de las que dispusiéramos en la bóveda celeste.














Mientras tanto en el otro telescopio, unos cuantos atrevidos se disponían a adentrarse en el mundo de las dobles. Con nuestro catalogo de estrellas de referencia en una mano y nuestro listado de dobles a medir en la otra, nos pusimos manos a la obra. La tarea resulto más difícil de lo esperado, ya que nuestro primer objetivo se nos resistió (STF 1812 de la Constelación del Bollero), aunque finalmente apareció, si bien la mar de desmejorado por el intenso viento que hacía en la noche y las numerosas nubes que se cruzaban por el cielo, que lejos de facilitar la labor, la entorpecían. Luego buscamos otro conejillo de indias, que no fue otro que el conocido sistema de estrellas dobles formado por Mizar y Alcor (que en realidad es un sistema triple). Estas estrellas se nos resistieron mucho menos y tras el primer paso de identificar el movimiento, los puntos cardinales y el cuadrante en el que ubicar el ángulo de posición, nos dispusimos a medirlo. Para ello contamos con la mas alta tecnología artesanal (tengo que decir que con una precisión abrumadora). Y aquí un servidor hizo la medición y “tan sólo” erré en unos 10º, nada mal para ser mi primera vez.


La noche empeoraba por momentos y tras nublarse una parte del horizonte nos cayeron unas gotas. Con lo que no esperamos mucho para recoger y marcharnos. Llegamos a Écija a eso de las 2h, tras haber matado el gusanillo después de tanto tiempo.

José María Rivera Medina 2ºBach