Después de buscar durante unas semanas por Internet información sobre alguna agrupación astronómica, de las cuales no tuve éxito, por fin encontré a alguien que me diera una pista sobre alguien que saliera con telescopios al campo.
Esta persona es Rafael, un profesor de un instituto de Écija que comparte su afición de la astronomía con sus alumnos. Así que una tarde lo llamé y estuve hablando con él, luego quedamos un día en el instituto y me comentó de que el próximo viernes iban hacer una salida con los alumnos a la Ermita de San Abundio en Hornachuelos, que allí hay muy buen cielo y podríamos observar con facilidad distintos objetos.
Quedamos para partir hacia la ermita en la puerta del instituto, la expectación fue enorme, ya que había mucha gente, llegamos allí y Rafael se puso a dar una charla sobre las constelaciones y sus historias mitológicas, yo era la primera vez que iba a algo así y estaba alucinando, el cielo era espectacular, hacia muchos años que no veía un cielo igual.
Después de poner el telescopio y hacer la puesta en estación, vimos diferentes objetos, pero con bastante dificultad ya que no estoy muy puesto y no domino mucho el funcionamiento del telescopio. Unas de las cosas que más me impresiono esa noche fue el destello de un Iridium,.En un cierto momento de la noche, Rafael nos avisó de que miráramos a un punto en concreto, en esa zona estaba todo oscuro y no se veía nada, pero de repente surgió un fogonazo de la nada y un Oooohhh!!!!! termino de romper el poco silencio que había.
La verdad que la noche fue genial, y mas para mí, que era la primera vez que iba, se me paso el tiempo volando y cuando me di cuenta ya era hora de irnos, pero antes de nada Rafael junto a todos los que pudo para finalizar la noche con una foto que inmortalizara el momento.
